Los héroes locales que aparecen en “Queer Eye” de Netflix están saliendo en defensa de Jonathan Van Ness, quien ha sido definido recientemente como un “monstruo” en el set de la serie.
Varios participantes que colaboraron con JVN le dicen a TMZ que Jonathan nunca fue poco profesional o grosero durante el rodaje, al menos por lo que vieron. Cory Waldrop, que apareció en la primera temporada, no estaba al tanto de las recientes acusaciones, pero recuerda Jonathan siendo el mismo dentro y fuera de la cámara.
Cory dice que recuerda a Jonathan salir de su manera de tratarlo como la estrella del espectáculo, lo que le permite cortar la línea de camiones de alimentos de producción durante la grabación.
William Mahnken -que apareció en el segundo episodio de la temporada 2- ha expresado un sentimiento similar. Él le dice a TMZ … que no tenía problemas con Jonathan durante la producción de su episodio, y añade que nunca vio el estilista hacer nada negativo en el set.
De hecho, William recuerda haber tenido varios buenos recuerdos con la estrella de la telerrealidad.
Al parecer, Jonathan incluso prometió llevar a William a los Emmy si su madre no podía ir.
Michael Richard II, famoso por la séptima temporada, dice que Jonathan “siempre fue brillante y simpático” mientras hacía “Queer Eye”. En cuanto a la supuesta tensión entre JVN y sus compañeros de reparto –Karamo Brown, Tan France, Antoni Porowski, y Bobby Berk- Michael dice que no fue testigo de ninguna mala sangre entre los Fab Five.
Nos dice… “Parecía muy querido por todos”.
Ryan Dyer -que apareció en un episodio de la temporada 5- solo filmó con Jonathan por un día, pero dice que tuvo una gran experiencia.
Ahora, Ryan dice que recuerda que Jonathan quería “toda la atención”, pero no recuerda que fuera un problema con el elenco y el equipo.
Por supuesto, varios empleados anónimos de “Queer Eye” describieron una experiencia muy diferente, ya que le dijeron a Rolling Stone que Jonathan era un compañero de trabajo lleno de ira con poca empatía por los que le rodeaban.
Cada historia tiene, al menos, dos caras.